viernes, 20 de marzo de 2009

SÓLO PIENSO EN TI, COMO ANTES... SIGUES SIENDO TÚ. ÉSTA ES TU ETERNA HEGEMONÍA.




Te extraño mi amor, te extraño por los besos que no nos dimos y por los que sí se consumaron en nuestros labios.

Te extraño por el tiempo que se consumió entre tus brazos, por las ataduras entre tus manos y las mías, por la taquicardia que me provocabas… era delicioso sentir cómo mi corazón latía más rápido y más fuerte al mínimo contacto con tu piel.

Perderme en tus ojos era exquisito,
era como entrar a una dimensión desconocida
de la que no quería regresar.

Daría media vida por volver a besarte,
por volver a abrazarte, mirar tus ojos, escuchar tu voz… daría media vida por resucitarte y verte sonreír; la otra mitad sería tuya y mía: mía para sentirte y tuya para tu seguridad de que sería irremediablemente fiel a ti, tal y como lo sigo siendo...

Así es como daría mi vida entera por que estuvieras aquí.

Te soy fiel con el corazón, con el pensamiento y con el alma.

Eres tú y sólo tú con quien quiero estar, a quien quiero mirar, besar y abrazar.

Fui todo por tus ojos que me miraron, tu corazón que se emocionaba por mí, tus labios que me hablaron y me besaron y tu cuerpo que caminó hacia mí. Ahora soy nada por tus ojos que se cerraron, tu corazón que dejó de latir, tus labios que callaron y tu cuerpo que se detuvo.

Qué más da si la gente no comprende mis heridas, si no comprende este amor que grita callado y estos ojos que sangran llorando con tu recuerdo en mi mente…
yo lo entiendo, yo lo siento, yo lo vivo y con eso me basta.

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