miércoles, 20 de mayo de 2009

LÁGRIMAS AGRIDULCES

Uh… nuevamente emociones encontradas… mis ojos se cierran, pero mi corazón explota. Hay algo que no me deja dormir.

Ha sido un tiempo corto pero intenso… bien dicen que la vida no se mide por los días, las horas o los segundos, sino por los momentos que vivimos, por esa intensidad con la que nos llegan las emociones, por las sonrisas que nos roban, por las lágrimas que tal vez no son merecidas, pero que nos hacen diferenciar lo dulce de lo amargo. El sabor de las lágrimas no sólo es salado, sino dulce también.

Dar un “Sí quiero ser tu novia” carente de sentido y de sentimiento no fue ayer un impacto en mi vida, porque finalmente yo ya estoy enamorada desde hace casi un año. No sé… tus palabras no me llegan aún y sin embargo estoy feliz. Es una felicidad extraña, realmente no sé cómo explicarla.

En los últimos días he realizado cosas que realmente me han hecho dichosa, como no me sentía hace mucho tiempo. Personas, lugares, gente, canciones…

Amigos y amigas, sólo quiero decir que son parte de las mejores cosas de mi vida, los amo con todo mi ser, no sé qué sería de mi vida sin ustedes. Jamás pude haberme topado con gente mejor. Aun si ya no están en mi vida, por cualquier circunstancia de la vida (muerte, discusión, desilusión, decepción, etc.) quiero que sepan que siempre guardaré todos y cada uno de los momentos lindos que vivimos.

A mi niño Mario también quiero agradecerle todos los años que hemos estado juntos. Hemos pasado tantas cosas que podríamos escribir un libro. Me has visto llorar, desternillarme, enojarme… conoces todas mis etapas, mi corazón, mi mente… gracias por estar conmigo.

Carlitos, a ti te agradezco infinitamente todo el apoyo que siempre me has dado, sé que tal vez no siempre he sabido corresponder y por eso te ofrezco mis más sinceras disculpas. Realmente has estado en los momentos más difíciles de mi vida y también en los más felices. Sé que a la hora que te necesite también estarás ahí, no importando las circunstancias.

Descubrir en ti, Eduardo, a uno de mis mejores amigos me hace ser realmente feliz. A ti agradezco las múltiples charlas nocturnas y por los pasillos de la facultad. Sé que siempre estarás cuando te necesite, y sabes que yo también estoy para ti. Sé que realmente no es mucho el tiempo que hemos convivido, pero ese poco tiempo ha sido maravilloso.

Katy, eres una niña increíble. Sabes que a la hora que me necesites ahí estoy para escucharte y para darte consejos. Discúlpame por no tener las suficientes palabras ni la suficiente experiencia para poder darte el mejor consuelo, sin embargo intento hacer lo mejor posible por dibujar una sonrisa en tu rostro, a pesar de las adversidades del corazón.

Nuevamente he pensado respecto a mi vida, es decir, quién soy, a dónde voy, qué hago aquí, qué quiero lograr… en fin, muchas cuestiones de reflexión. Recuerdo mucho una plática que tuve con mi madre (a quien por cierto, también amo) en donde rompí a llorar. Ella me hablaba de algo que ella conocía como “El tren de la vida”; me explicaba una analogía al decir que la vida es como un tren en donde yo como pasajera quiero llegar hasta la terminal: el tren avanza, sigue su curso, tiene un destino, pero para llegar a él necesita hacer algunas pausas en ciertos lugares, y durante el viaje irá subiendo gente al tren, otras más se quedarán en el camino. Todas esas personas tienen algo que enseñarte antes de llegar a su destino. Ella ligaba esa historia que alguna vez leyó, con mi vida, pues perdí a una persona que se había convertido el centro de mi existencia.

Mi madre dijo que esa persona ya había terminado su labor aquí en la vida, que era como un pasajero que se subió en el tren donde yo viajaba y que me enseñó muchas cosas de la vida, que me quedara con esas enseñanzas y siguiera mi camino.

Espero tener compañeros de viaje eternamente. A quienes ya se quedaron en el camino por diferentes razones, sólo quiero agradecer todo lo que me enseñaron, porque gracias a ustedes he logrado comprender diferentes cuestiones de la vida, he podido ser mejor persona, recuperado mis sueños, a vivir no sólo respirando, sino también disfrutando las cosas lindas de la vida.

A las personas que acaban de abordar el tren les doy la más cordial bienvenida, espero que tengamos un viaje excelente, que nos llevemos bien, que tengamos muchos logros, experiencias y vivencias, que lo que empieza con un “Hola” crezca en abundancia como una amistad de esas que ya escasean.

Una lágrima rueda por mi mejilla… se ha estrellado contra el teclado. Es una gota que jamás se secará porque no es de agua… es de emociones. Es una lágrima agridulce, sí, ese agridulce proveniente de los recuerdos mezclados con la realidad.

Mi corazón vuelve a latir muy fuerte… está a punto de salir de mi pecho. Si eso sucede, por favor alguien tómelo, guárdelo y procure colocarlo en un recipiente resistente… es frágil. Manéjese con precaución.
Con todo el amor de mi pequeño corazón...
Jaqueline

lunes, 11 de mayo de 2009

SONETO XLIV (PABLO NERUDA)



Sin más palabras que decir: simplemente hermoso...

"Mi amor tiene dos vidas para amarte, por eso te amo cuando no te amo y por eso te amo cuando te amo"