domingo, 15 de marzo de 2009

ESPERO CURARME DE TI

Últimamente me he fijado en la poesía. Es un arreglo de palabras que puede transportarte a otro tiempo y espacio; es capaz de hacer latir tu corazón más rápido y fuerte; logra arrancar lágrimas de tus ojos por más que intentes resistir; muchas veces puede ser como si le echaras limón a la herida; puede hacer que las heridas de tu corazón puedan volver a sangrar...
Hace algunos meses leí un poema de Jaime Sabines que me fascinó. En ese momento sólo lo leí y no me remitía a ninguna persona ni espacio ni tiempo... ahora, tal vez lo hace. Espero curarme de ti...
"Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón."
Repentinamente, así como lo dice Sabines, en una semana he logrado arrancar muchas cosas y afortunadamente, entre esas cosas no hay lágrimas... las gotas de agua no han cedido a la gravedad. Me resulta no muy difícil arrancar las cosas desde la raíz, como cuando cortas una planta para que ya nunca más crezca... no dejaré de decir "te quiero mucho", por la sencilla razón de que sí te quiero y este cariño no es algo material ni mucho menos, es real como no quisiera que fuera, preferiría que fuera ficticio.
Te quiero... sí, sí te quiero, mas he cortado la ilusión, la he envenenado y quemado con el ácido más fuerte que he encontrado. No puedo aferrarme a lo que no fue, no es y que seguramente, nunca será. "La vida me dijo a gritos que nunca te tuve y nuca te perdí y me explicaba que el amor es una cosa que se da de pronto en forma natural lleno de fuego, si lo forzas se marchita, sin tener principio llega a su final [...]"
... pero jamás te cures de quererme. Lo sé, sueno contradictoria... pero te quiero.
Jaqueline

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