domingo, 23 de agosto de 2009

TÚ, MI CIELO... TÚ, MI INFIERNO

Me despierto bastante feliz y la primera imagen que viene a mi mente es la de su rostro con una sonrisa tierna y hermosa dibujada en él… siento que necesito saber de su existencia, ya no puedo estar un solo segundo sin saber de su persona…

Entonces algo extraño ocurre, algo oprime mi corazón y las estúpidas sospechas de algo que aun no está comprobado, han aparecido en mi mente acechando el intenso sentimiento que alguna vez emanó de mí hacia ti…

Las señales comienzan a llegar de la nada y la ilusión comienza a morir extrañamente… no sé si la estoy matando yo con mi paranoia o eres tú quien se empeña en cortar mis alas, que si bien no han logrado ser como las de un ángel, me han llevado a volar a grandes alturas, he perdido la tierra, me llevaron a conocer el cielo, tú, mi cielo… pero ahora ya no sé, tal vez se debilitaron y estoy próxima a conocer el averno… tú, mi infierno.

Besarte, abrazarte, verte, sentirte cerca, estar de la mano junto a ti… eso y mil cosas más eran como tocar las nubes, como besar el mismo cielo en donde me acostumbraste a vivir cuando tu imagen invadía mi mente las 24 horas del día.

Que te quiero, eso es una verdad irrefutable, que me encantas también lo es, que fuiste la persona de mis ojos, con mayor razón… te he sido fiel en cuerpo y alma, mi corazón no ha vuelto a sentir taquicardia desde la última vez que me besaste con ternura y no con indiferencia.

La inseguridad que siento me tiene realmente desconcertada, quisiera regalarte el mar entero, bajarte la luna, el sol y las estrellas, el universo entero… hacer que tus días y tus noches sean los mejores, que no conozcas lo que es dolor, robarte las sonrisas más tiernas y sinceras que jamás nadie ha conocido, abrazarte con la más dulce ternura y cariño con la que nadie lo ha hecho, prometerte que no te fallaré jamás, jurarte que eres la persona de mis ojos, que mi corazón sólo late por ti… eso y mil cosas más que las palabras no alcanzan a describir…

Amor, no sé qué está pasando, no sé qué hacer ni qué creer…

Creí que eras la persona perfecta para mí, pero hasta le perfección es imperfecta… noté en ti todo lo que alguna vez quise de una persona, pero ahora encuentro la imperfección en mi ideal… por eso dicen que es malo idealizar a las personas, en realidad debemos aceptarlas con sus defectos y virtudes, no adorarlas como un católico adora a sus santos.

Yo te juro que te quiero, con defectos y virtudes, pero ya no puedo más con esta incertidumbre que me aterra noche y día, ya no puedo seguir así, desconfiando de ti, imaginando cosas que realmente no sé si sean ciertas o meras conjeturas mías. Esto me está matando.

Tú, mi cielo… tú, mi infierno… gracias por ese sentimiento que hiciste regresar a mí después de tanto tiempo en mi soledad…

No hay comentarios:

Publicar un comentario